Son como fantasmas que aparecen cuando algo similar pasa y te llevan de regreso en los años, te reviven el miedo.
Pero la misma vida es grandiosa; a su tiempo, sella heridas, abre ilusiones y crea oportunidades.
El futuro está esperando, justo frente a tus ojos y, trae esperanza y vida, tal vez de nuevo alguna tristeza o dificultad, pero ¿qué sería la vida sin ellas?
La capacidad de no estancarse, de seguir a pesar de lo vivido y querer simplemente vivir, es lo más bello que podés tener como ser humano. A pesar de los defectos y temores, si se deja atrás el miedo y se desea volver a pasar por el fuego de la felicidad, regresa la sonrisa a iluminarlo todo.
Estando justo en medio del puente entre el pasado y el futuro, quiero pensar que lo que puede estar por venir me va a hacer mejor, más segura y más mujer. Si pienso así, no puedo evitar sentir un deseo inmenso de terminar de cruzar ese puente.... Ya llevo mucho tiempo disfrutando de la brisa y la vista desde acá, en medio de una tranquilidad insensible, incolora e inolora....
Es momento de ver florecer la primavera en medio del futuro; volver a sentir el fuego de la felicidad.
1 comentario:
Excelente post, amiga. El miedo es el mayor obstáculo que tenemos en nuestra vida. Ese temor a que nos vuelta a pasar, lo que vivimos antes. Pero también tenemos que tener claro que eso que vivimos nos hizo crecer, claro muy doloroso talvez, pero crecimos. La vida nos enseña a desconfiar de todo y a sentir miedo en muchas ocasiones. De nosotros depende no hacerlo. Y salir victoriosas.
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